Rellenos Permanentes y su mal uso:

Con la popularidad que se ha ganado este tema a consecuencia de que muchas personas del medio artístico han confesado inyectarse dichas sustancias en el cuerpo y debido a los informes de los medios de prensa quizás un tanto apresurado y superfluo; hoy dicho tema se ha convertido en charlas de bares, en las casas y hasta en los mismos centros de estética. Por ese motivo y de forma sintética, intentaré despejar todas las dudas con las preguntas más frecuentes recibidas de los pacientes relacionada a  los rellenos permanentes (biopolimeros) y sus posibles riesgos.

¿Que son los biopolímeros o rellenos permanentes?
Como rellenos permanentes encontramos sustancias de diferentes orígenes, algunos son derivados del petróleo como la vaselina, otros de origen vegetal y la mayoría de origen sintético. De estos últimos deriva la silicona y el polimetilmetacrilato (PMMA). Muchos se venden como fabricados en Francia, Alemania o Estados Unidos; sin embargo en los frascos no se encuentra  el sello de la CE (Comunidad Europea) o de la FDA (Food and Drug Administration) que es obligatorio en los productos fabricados y envasados.

¿Está aprobado el uso de rellenos de biopolimeros en la actualidad?
En lo que respecta el biopolimero de silicona liquida está totalmente prohibido el uso para relleno en medicina estética, independientemente del mínimo volumen que se intente utilizar. Por suerte muchos médicos y “no médicos” se están dando cuenta de lo que realmente produce dicha sustancia en el organismo. En la década de los 80´ y principios de los 90´, era muy común utilizar silicona liquida para rellenos de mamas y glúteos, con complicaciones a largo plazo devastadoras. Hasta el día de hoy vemos pacientes que recién comienzan a presentar dichas complicaciones.
En cambio, el polimetilmetacrilato PMMA, el polémico biopolimero llamado también “metacril” o “metacrilato” hoy en día en boca de todos, por ser el relleno de elección en las vedettes para el aumento glúteo. El mismo está autorizado en Europa, aunque varios países europeos decidieron prohibir el mismo, por su mal uso. En los Estados Unidos  y  en la Argentina  también está autorizado pero restrictivamente para pequeñas zonas,  surcos de la región facial, así lo explican las máximas autoridades.

¿Entonces si está aprobado el biopolimero de PMMA por qué se dice que es peligroso para la salud?
Lo peligroso no es tanto la sustancia como quien la coloca y qué cantidad. Hace algunos meses tuve una entrevista con el representante autorizado de la empresa que distribuye el relleno de PMMA en la Argentina y me comentaba que el relleno se trataba de microesferas de PMMA suspendidas en colágeno, esta última es una sustancia reabsorbible que impide que se agrupen esas microesferas, evitando así, granulomas (bultos en la piel) y a la vez fortaleciendo la formación del colágeno preexistente del organismo. Las microesferas tienen una superficie muy uniforme y de un diámetro muy pequeño que evitaría que se desencadenen respuestas inmunitarias y a su vez que migren por el organismo.  

¿Pero entonces porque no se puede utilizar el PMMA en grandes volúmenes si es seguro? cual es el inconveniente?
Porque no hay estudios científicos que comprueben sus efectos secundarios cuando se utiliza en grandes volúmenes. No lo consideran conveniente por eso mismo solo lo indican para en pequeñas depresiones.
El inconveniente que esto genera, es el mal uso de dicha sustancia, como el precio de las jeringas autorizadas de PMMA, tienen un costo elevado, colocar en la zona glútea costaría en promedio casi el doble que colocar prótesis  de silicona glútea. Por ese motivo, algunos médicos utilizan solo la materia prima del PMMA, que se vende en polvo y es generalmente de uso odontológico, para el relleno en dichas zonas. Algo totalmente que escapa de la ética profesional.

¿Por qué podrían ser peligrosos los rellenos de biopolímeros?
Principalmente por 3 razones:
La primera es que pueden desencadenar una excesiva reacción inflamatoria en el organismo, formándose grumos, bultos, etc. El organismo identifica el biopolímero como un cuerpo extraño y se desencadena una reacción defensiva. La segunda es que podrían migrar (desplazarse) del lugar donde fueron infiltrados, creando complicaciones a distancia y la tercera es que la mayoría de las veces no tienen ningún control sanitario lo que aumenta el riesgo de complicaciones y efectos secundarios por infección.

¿Cuáles pueden ser los principales efectos secundarios de la aplicación de biopolímeros?
Las complicaciones más habituales son: alérgicas, infecciones, fibrosis, cambios de textura de la piel, migración del producto, lesiones en la piel, deformidades, granulomas y edemas por compresión de los conductos linfáticos.

¿Por qué tantas personas lo recomiendan?
Muchas veces estas recomendaciones son dadas por personas con un claro interés comercial. Otras veces son personas que se los han aplicado y tienen efectos iniciales sorprendentes, pero todavía no han desarrollado ninguno de los inconvenientes mencionados. Como vemos en la actualidad los problemas que van surgiendo en las pacientes son con el correr del tiempo, a largo plazo.

¿Tienen algún tratamiento luego de la colocación?
Una de las consecuencias más complejas de la aplicación de biopolímeros, es la dificultad para extraer. Todavía no existe suficiente experiencia en los tratamientos para su eliminación. El tratamiento consiste fundamentalmente en controlar la inflamación y si es posible realizar su extracción parcial o total.

¿Qué alternativas hay al uso de los biopolímeros?
Utilizar siempre sustancias de relleno reabsorbibles, como el ácido hialurónico o la grasa corporal para los pequeños rellenos y utilizar en lo posible implantes de silicona o injerto de grasa en grandes volúmenes, ya sea en mamas o en glúteos.

¿Qué recomiendo?
Por lo expresado anteriormente y los riesgos que causan los rellenos permanentes, no recomiendo su uso. Entiendo que para muchas pacientes no es fácil ni cómodo ir cada 8 o 10 meses a realizarse una nueva colocación de relleno y que quieren ver los resultados favorables en forma definitiva, pero aun hasta en manos experimentadas, el profesional nunca sabrá cómo reaccionará el organismo frente a un biopolimero que permanecerá durante toda la vida y que hasta el día de hoy sigue siendo una tarea muy difícil de solucionar sus complicaciones.

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